3 - EL PRESIDENTE COLABORADOR: D. MANUEL LUIS QUÉZON (1878-1944).


D. Manuel Luis Quézon nació en el remoto pueblo de Baler (hoy cabecera de la Provincia de Aurora, antes Tayabas y luego Quézon) acurrucado entre la gran cordillera luzónica y el inmenso Océano Pacífico. Sus compatriotas le llamaban "el kastila" (el castellano) a pesar de su apellido de origen chino cristiano puesto que tenía la cara, y el temperamento, de un español altivo. Era mestizo de tagalo, español y chino.

Durante la revolución contra España fue Capitán del entonces ejército de la Primera República de Filipinas bajo el Presidente Aguinaldo. Su padre, Don Lucio Quézon, chino cristiano de Baler, era el maestro de ese pueblo que se había casado con una mestiza española, la Srta. Molina.

Don Manuel también luchó contra los invasores norteamericanos pero se rindió cuando aquéllos capturaron al Presidente Aguinaldo en Palanan, La Isabela, un pueblo casi vecino de Baler, donde los "últimos de Filipinas" se resistieron, durante todo un año, ante el sitio que les hizo el ejército del mencionado Presidente Aguinaldo.

Es preciso señalar que el maestro, Don Lucio Quézon secretamente ayudó a los sitiados suministrándoles, a riesgo de ser ejecutado por sus compatriotas alzados, víveres, agua y medicamentos.

En 1935, Don Manuel Luis Quézon, después de convencerse de que era inútil todo intento de sacudirse de encima el yugo neocolonial WASP usense sobre lo económico, lo militar, lo lingüístico y lo cultural bajo cuya garra se empezó a crear un mercado casi exclusivo para los productos de exportación estadounidense, el mismo optó por colaborar con ellos a fin de establecer un gobierno filipino por el que se salvaguardarian . ----él así lo proyectaría-- ----, todos los derechos filipinos brutalmente suprimidos por el invasor desde 1898.

Don Manuel, de abogado licenciado de profesión se hizo político, amigo por lo tanto, del gobierno colonial WASP usense. Quézon quiso convencerse que Filipinas, a la larga, ganaría pacíficamente su libertad é independencia a pesar de la férula económica y la imposición obligatoria del idioma inglés. Se dio cuenta que la americanizació n de las incautas nuevas generaciones de filipinos se desarrollaba lentamente a pesar de la libre entrada de los productos de exportación usenses en forma de películas holliwoodenses, sus discos de música, sus modas y sus cuestionables valores…

Y pese esta realidad, Don Manuel Luís Quézon también quiso creer que la directa imposición del idioma inglés como lengua oficial y como medio obligatorio de instrucción, ----a exclusión del tagalo y del español---, los WASP usenses permitirían que Filipinas tuviera, a la postre, un gobierno verdaderamente independiente, tras el de la Mancomunidad, que encabezarían políticos filipinos que fueran verdaderamente libres de los posibles dictados de Washington D.C. y de su Departamento de Estado..

En el terreno de la lengua a adoptar nacionalmente, Manuel Luis Quézon, fue entendiendo que toda posición a favor de la continuidad del idioma español, como la lengua nacional y oficial de Filipinas, encontraría una oposición inquebrantable por parte de los invasores WASP usenses. En ese caso, Quézon propuso que el idioma tagalo se declare por ley la lengua nacional de Filipinas, por el que se le recuerda hoy día como “el Padre del Idioma nacional Filipino”.

Don Manuel bien adivinó que los invasores WASP usenses, pensando que la declaración de una lengua nativa sería otra forma más de borrar la preponderancia del idioma español como idioma en estas islas desde los años de la Primera República de Filipinas, permitirían al idioma tagalo a servir de lengua nacional con la condición de que su alfabeto de 32 letras, arrancada del alfabeto español, fuese reemplazado por otro que sea "de solamente 20 letras". Con ese nuevo alfabeto, denominado "abakada", se establecería desde 1910, bajo la dirección encubierta del Secretario del Interior, Dean C. Worcester, "la política" de también purificar al mismo idioma tagalo de todos sus hispanismos en nombre de un falso indigenismo o nacionalismo Filipino que se inventaría al instante.

Desde su silla como Presidente de la Mancomunidad Filipina, Don Manuel Luis Quézon, seguía con mucho interés las maniobras que el citado Dean C. Worcester ponía en ejecución para conseguir sus objetivos lingüísticas a favor del ingles en menoscabo del idioma español y de idioma tagalo. Pero, se mantuvo callado.

Acontecía que a principios de la primera década de los 1900, fue fundado en Manila, por un ilustre escritor tagalo de nombre Don Martín Ocampo, un diario filipino conocido como "El Renacimiento" redactado en español y con una sección tagala que se llamaba "Muling Pagsilang". Un dramaturgo, poeta y novelista tagalo, a la vez de buen escritor en español, de nombre Don Lope K. Santos, era el director de dicha sección tagala.

En 1907 "El Renacimiento" publicó un editorial titulado "Aves de Rapiña" que expuso la tiranía, la corrupción y los abusos de los oficiales WASP usenses y el mencionado Worcester "se dio por aludido" y demandó por libelo al publicista de "El Renacimiento" juntamente con su Director, Teodoro M. Kálaw, y sus redactores Fidel Reyes y Lope K. Santos.

Ante un juez usense, con un abogado también usense y al mismo gobernador general usense de testigo, se cerró "El Renacimiento" confiscando su imprenta y demás propiedades, y se encarcelaron con grandes multas a los mencionados publicistas y redactores.

El demandante Worcester le ofreció, según se conoció en aquel tiempo, la libertad al dramaturgo Lope K. Santos si éste aceptaba escribir una gramática tagala con el mencionado nuevo alfabeto de veinte letras, el "abakada". Esa gramática se llama “balarila”, un verdadero trabalenguas hasta para los mismos tagalos, cuya semántica gramatical española se eliminaba para verse sustituida con palabras acuñadas al estilo esperantista. Worcester, que también era el Director de Instrucción de aquel gobierno colonial, mandó que se enseñase como "idioma nacional" el tagalo pero con la condición de que se use el texto obligatorio del "balarila" preparado obedientemente por Lope K. Santos.

La idea era destruir al idioma tagalo, haciéndolo retroceder a los tiempos pre-hispánicos para que, en lo sucesivo, no amenace el avance del ingles. De ese modo, mientras se utilizaba, al "nuevo" tagalo "purificado de hispanismos" como un arma más para quitarle espacio al idioma español, se insistiría en la enseñanza y uso obligatorios del ingles. Pues, en aquellos años el inglés, a pesar de su obligatoriedad en todos los niveles de la escuela pública, apenas avanzaba como idioma conocido en estas islas. A la fuerza se tenía que tolerar el uso oficial del español porque era el idioma de todos los filipinos educados, -----los profesionales abogados, médicos, ingenieros, maestros, científicos, artistas, comerciantes, etc...

El político Quézon no intervino en la supresión del diario "El Renacimiento" y aunque luego se opuso al "balarila" de Lope K. Santos, diciendo que "se debe tirar al Río Pásig semejante sabotaje al idioma tagalo", se convenció al fin que nada se podía hacer a favor del mismo idioma tagalo. Se consoló más tarde con el hecho de que, a pesar del monstruoso "balarila", el idioma tagalo estaba reforzándose hasta en las provincias no-tagalas del país.

En cuanto a la política independentista que acaudillaba, Don Manuel Luis Quézon quiso creer que el establecimiento de la "Philippine Commonwealth" o “La Mancomunidad Filipina con EE.UU.”, nunca iba a ser un engaño, como lo era el "balarila" para justificar una propaganda sobre la supuesta asimilación benévola (benevolent assimilation) por parte de los neocolonizadores WASP usenses.

Pero Don Manuel, quizá más enfocado en la política lingüístico como en la política independentista, no se dio cuenta que la imposición del “free trade” por los WASP usenses sobre el gobierno y pueblo filipinos iba, a la larga, a socavar toda independencia política que él pudiese lograr mediante sus negociaciones con sus amos radicados en Washington D.C..

El “free trade” o el “intercambio de productos libre de aranceles” fue el truco WASP usense para controlar las economías de Filipinas. Mientras se otorgaba la supuesta emancipación política la economía filipina, y su moneda, estaban firmemente atados a los dictados norteamericanos. Sin libertad económica, la independencia política, supuestamente otorgada por generosidad a los filipinos, venía a ser una gran mentira.

Y Don Manuel Luis Quézon, no pudo evitar esta tragedia que es ahora la raíz de la pobreza Filipina, pues se consolaría con el pensamiento de haber hecho todo lo posible para manumitir a los Filipinos en el terreno político. Los Filipinos dirigirían, después de todo, todos los ramos del gobierno de sus islas. Y para empezar, él ya había logrado, por lo menos, estar a la cabeza de aquel gobierno de ensayo que se llamó mancomunitario. Don Manuel tampoco se dio cuenta que el implantamiento de dicho gobierno mancomunitario con EE.UU., se llevaba a cabo con bastante prisa por temor WASP usense a la inminente declaración de guerra en contra de Estados Unidos por el vecino Imperio japonés.

Casi de súbito, Don Manuel Luis Quézon y sus contemporáneos, como Claro M. Recto, Benigno Aquino, padre, José P. Laurel, se vieron, en 1942, agredidos por el Imperio del Japón y como respuesta a esa invasión igualmente vieron cómo las fuerzas WASP usenses precipitadamente abandonaron a todas las Islas Filipinas a la merced de las fuerzas japonesas. Pues el General Doughlas MacArthur se escapó de Filipinas dejando tras sus pies en polvorosa la débil promesa de que iba a volver (I shall return!).

Entonces, un ya moribundo Manuel Luis Quézon también pudo ver cómo los WASP usenses lograron recuperar Filipinas de los japoneses en 1944 so pretexto de una "batalla liberadora: que de soslayo permitió a los anticatólicos y sectarios norteamericanos el inexplicable bombardeo de iglesias católicas y la destrucción de Intramuros, la originaria y vieja Manila, con el objetivo de eliminar a los filipinos de habla-hispana y borrar de la mente de las nuevas generaciones todo recuerdo positivo de España por el solo "crimen" de ser católica...

La lucha de Manuel Luís Quézon fue heroica y hubo momentos gloriosos durante su vida cuando él lograba que verdaderamente se respetasen la dignidad y la señoría de los filipinos por el enemigo WASP usense que se presentaba ante él como un lobo disfrazado de oveja.

Los Filipinos que se hicieron comunistas por odio a los japoneses (HUk-Ba-La-Hap) como a los WASP usenses, y por odio al "colaborador" de los colonialistas WASP usenses, Don Manuel Luis Quézon, luego asesinaron, en una emboscada cobarde, a su viuda, Doña Aurora Aragón, y, a una hija suya, Aurorita, cuando regresaban en coche a su pueblo natal, Baler. Les sobrevivieron un hijo, Nonong, y otra hija, hoy la Sra. Nini de Buencamino.

Don Manuel Luis Quézon, aun queda recordado como el padre del idioma tagalo, ahora Filipino, y como el padre de la independencia política de Filipinas.

D. Autor: D. Guillermo Gómez Rivera.

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